quen chame a, laS espigaS de, esta aldea, un orante del trigo, como quien, tocare la puerta, al altar de loS mugidoS, se hincare, diante doS caldeiroS da leite, o, el olor dulce del cuero de, laS bestiaS,
quien a, lo verde en, suS, sombraS boscosaS, llame, y, cante a, loS rizadoS de la lluvia que, no cesa, ésa misma que desata la luz en, la hojarasca, y, hace humedad, y, levanta laS, briznaS, y, turje, y, lava, oS toxoS, mansamente, tan,
quien, que no mire al, palo viejo, do seu cruceiro, quien, que, no parta el, pan redondo y su humo, la mano campesina sirviendo al alba, quien, que no muerda una, tajada blanca gruesa de, suS piadosoS quesoS ,